Llevo mucho tiempo sin actualizar esto.
He hecho muchas cosas, o no tantas, en estos meses; pero no he podido actualizar esto hasta hoy.
Tampoco es algo que importe mucho; ni con esto vaya a salvar el mundo, o vaya a salir de pobre...
Pero me sirve de terapia; al menos el tiempo en el que estoy pensando qué poner, qué decir y hacer fotos que queden bonitas para el blog estoy distraída.
Este blog lo hice por egoísmo, cualquiera puede hacerse un blog, entonces... ¿Por qué yo no? Y así salió Le Petit Châteu... ¿Por qué ese nombre? Pues por que no estaba cogido y me hizo gracia, no tengo ni idea de francés, apenas recuerdo nada de lo que estudié en el colegio, pero ahí está, hice mi blog con su nombre en francés. Mi Petit Châteu es ese Palacio mental que tengo en mi mente y en el que me recluyo de vez en cuando y alejarme del "mundanal ruido" o de todo aquello que me preocupa.
Con este blog no pretendía hacerme un hueco entre la "élite" blogger, ni pretendía tener miles y miles de seguidores pendientes de cada palabra. Es mi pequeño paraíso. Pongo las cosas que voy aprendiendo a hacer (obviamente no soy una experta). No soy una artesana con un blog ni tienda online, ni vendo mis cosas; ¿quién iba querer comprar nada a "chapuceitor"? Pero sin embargo aquí estoy, invadiendo unos pocos bytes a la gran nube de Internet.
Y ahora Nina ataca de nuevo... Volveré a poner esto en funcionamiento, como me prometí a mi misma que haría.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a nada en particular, la verdad. Simplemente ha sido algo que quería decir jaja
Bueno, y ahora al tema... Me he obsesionado con el ganchillo; en todas sus versiones.
Nuestra jefa del Club Handmade, Bea hizo que me entrara el gusanillo de probar a hacer un jarrón que ella misma había hecho siguiendo el patrón de Lady Crochet
Así a ello me puse. En mi último viaje a casa de mis padres me hice con un buen arsenal de ovillos de trapillo; y como me he propuesto invadir toda mi casa, y vida ya de paso, con mi nuevo color favorito (de toda la vida fue el naranja); el aguamarina en todas sus tonalidades (desde el más azul hasta el más verde) está presente en lanas, ropa, maquillaje, pintura, trapillo...
Ya le voy pillando el truco a los puntos... Y aunque me ha tocado pelearme un poco con el anillo mágico (son dos palabras que se van a convertir en mi pesadilla en esta aventura craft que me ha dado por iniciar) la cosa va cogiendo su forma...
El tema "redondez" lo domino, ya lo que viene siendo cuadrados, rectángulos y óvalos; me cuesta... Pero ahí va saliendo... Como veis, este aguamarina es más tirando a mint; pero me encanta igualmente.
En esta ocasión me enfrentaba a mi primera reducción... Era algo que me ha pillado de nuevas, pero la verdad es que aún así, estoy contenta con el resultado.
En un principio pensé en dejarlo sin el lazo de adorno (no era plan de copiar todo al 100%) Pero luego pensé que un lacito en un tono rosa coral con trapillo que me había dado mi hermana quedaría muy mono y podría disimular un poco (sin conseguirlo, la verdad) la deformidad del pobre jarrón.
No entiendo por qué me sale deforme. No sé si es por que aprieto demasiado los puntos algunas veces, o por que me he equivocado al contar (quizás debería volver al cole, si es ese el caso).
Espero que a quien lea el blog (aunque sólo sea por accidente) le guste el jarroncito, aunque sólo sea un poco. A mi me gusta... Y haré más para mejorar.
Saludos
lunes, 20 de mayo de 2013
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1 comentarios:
Para ser lo primero que haces no esta nada mal.
Sigue por ese camino y pronto,muy pronto llegarás lejos
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